El crimen organizado ha encontrado en las plataformas digitales una nueva ruta de dinero para la negociación del material con contenido sobre abuso sexual infantil y adolescente, el cual es compartido por delincuentes abiertamente en la internet y puede pagarse incluso a través de criptomonedas, advierten agencias de inteligencia internacionales y organizaciones de la sociedad civil en todo el mundo que combaten la explotación en contra de los menores de 18 años.
Ciudad de México, 2 de febrero (SinEmbargo).– La producción, distribución y búsqueda permanente de nuevos “clientes” como consumidores de material explícito en videos y fotos de internet, que se obtienen del abuso y explotación sexual infantil, es vista por las autoridades en materia de cibercrimen y agencias de inteligencia internacionales como operaciones del crimen organizado que obtienen sus ganancias, mediante la captación y uso de niños y adolescentes de manera sexual en diversas plataformas digitales, en especial las redes sociales.
“El cibercrimen es uno de los negocios más rentables del cual se pueden obtener fabulosas ganancias, porque trabaja de la mano con el crimen organizado y la delincuencia haciendo uso de personas que tienen conocimiento de datos técnicos, para vulnerar a las personas que en este caso son los niños y adolescente”, comentó Juan Pablo Carsi Reyna, ingeniero en Sistemas Computacionales con 18 años de experiencia y catedrático en el diplomado de Ciberseguridad aplicada a los negocios de la Universidad Iberoamericana en México.
El grooming es también el inicio de una cadena de abusos que puede desembocar en negocios y otras fuentes de ingresos para el crimen organizado coinciden funcionarios policiales, organizaciones especializadas y expertos en ciberseguridad y cibercrimen en México, Colombia y Estados Unidos que fueron consultadas para esta investigación.
Muchas veces quien está detrás de un perfil no es una persona sino una red “impresionante de pornografía infantil”. Todo empieza al pedirle una fotografía al menor para chantajear a la familia.
“Sino me das tanto dinero yo muestro la foto o le hago algo a tu hijo”, aseguró María Isabel Christensen, responsable del área de Investigación y Prevención de la ONG Mamá en Línea, una organización con sede en Argentina, dedicada a la prevención y capacitación para combatir el Grooming y el acoso infantil online.
De acuerdo con los departamentos de la policía cibernética de México y Colombia, así como expertos y organizaciones especializadas en el tema como el NCMEC que fueron citadas en este reportaje existen dos tipos de perfiles criminales que operan detrás de estos delitos y de los cuales pueden derivarse otros.
Por un lado, individuos que consumen material con fines de satisfacción personal como los pedófilos que incurren en estos crímenes en internet por el solo deseo o curiosidad de consumir.
Normalmente se unen a otros pedófilos mediante la formación de clubes o comunidades online en las que pueden sentirse seguros y justificar sus acciones como naturales. Así, el Internet y el anonimato que permite la tecnología móvil han provisto a los pedófilos de nuevas vías seguras para captar a niños y niñas, prepararlos y acercarse a ellos para intercambiar pornografía infantil con otros explotadores que comparten los mismos gustos.
“El compartir imágenes puede ser utilizado para otros fines que conlleva a esta conducta delictuosa de manera individual o grupal. Los grupos de delincuencia organizada, empleando la tecnología emplean el robo de identidad, datos y el encripta miento para realizar sus actividades”, expresó María Clarissa Arenas Hinojosa, docente y coordinadora del diplomado en Prevención, Detección y Atención de Abuso Sexual en niños, niñas y adolescentes del Departamento de Trabajo Social de la Universidad de Sonora en México.
Por el otro, se encuentran organizaciones que son coordinadas en diferentes comunidades virtuales. Algunas en pequeños grupos y otras con mayor alcance que se movilizan en redes internacionales, donde “obviamente deducen que es comercializable lo que producen, es decir, su producto “se vende” en “muchos consumidores de material de abuso y explotación infantil”, afirmó la policía segunda, Sandra García, miembro de la Unidad de Ciberdelincuencia de la Secretaría de Seguridad Ciudadana de la Ciudad de México.
“Entonces se crean estos grupos y organizaciones que se dedican a adquirir este contenido para seguir alimentándose de ellos y poder distribuirlo, venderlo y comercializarlo”, apuntó la funcionaria al destacar las ganancias que ofrecen el negocio de la pornografía infantil.
“Muchas veces ocurre que un material que alguien ya vio, porque es consumidor frecuente y tiene en sus manos, es usado para distribuirse como un material nuevo. Estas organizaciones y grupos crean la didáctica de conseguir lo que cada consumidor quiera, según sus gustos. La selección de una víctima por edad, característica, tono de piel, etc., da pie a otros delitos como la trata de personas y el secuestro”, agregó la funcionaria.
La opinión de García es compartida por la capitana Luz Pinto Rivera, jefa del grupo investigativo del Centro Cibernético Policial de la Policía Nacional de Colombia, quien señala que existen “organizaciones conformadas” que son las que producen este material, mientras otros fungen como los encargados de la distribución y comercialización en un mundo donde también se encuentran a quienes “descargan y consumen el material”, dijo en referencia a un caso ocurrido en la ciudad de Tolima (ubicada en el centro-oeste del país, en la región andina en 2019), donde las autoridades colombianas hallaron vínculos entre la difusión de material sexual en internet con la trata de personas.
El riesgo de ser víctimas de estos crímenes aumenta de la misma manera para muchos adolescentes que comienzan a hacer sexting, una práctica que consiste en el envío de mensajes, fotos o videos con contenido erótico y sexual personal a través del móvil y que sigue creciendo durante el confinamiento, indicó Juan Martín Pérez García, director Ejecutivo de la Red por los Derechos de la Infancia en México (REDIM) y Secretario Ejecutivo de la Red Latinoamericana y Caribeña por la Defensa de los niños, niñas y adolescentes.
Dicho material inicialmente compartido con intenciones inocentes a menudo llega a los «coleccionistas» de pornografía que a menudo proceden a explotar la víctima, en particular mediante extorsión, destaca Europol.
“Claramente tenemos grupos criminales beneficiándose de esto (…) tienes material amateur; asimismo gente que comparte o los propios agresores que graban con su teléfono para su consumo y que después distribuyen en intercambio para acceder a más material. Tenemos también grupos específicos que producen contenido abusando de los niños y niñas y que se benefician de muchos ‘packs’ o archivos que los recolectan y los van acumulando clasificados en sitios o los intercambian. Estamos hablando de pornografía infantil que genera mucho dinero”, detalló Marín.
La vocera del NCMEC argumenta que quienes forman parte de estas organizaciones pueden ser incluso «pandillas» que trabajan “organizadas y con inteligencia” para buscar a “consumidores” que piensen igual “o tengan la misma idea de cometer estos actos con niños y adolescentes”. Allí es cuando se produce la ganancia financiera para muchas organizaciones, resaltó.
Es así como en la venta de material de abuso y explotación infantil se esconde una organización criminal que da muchísimo dinero, tanto que la convierte en una de las tres actividades más lucrativas para las organizaciones criminales después del tráfico de drogas y armas, asegura el abogado José Luis Vegas Roche, profesor especialista en el delito de grooming.
“Los tres delitos donde se mueve mayor dinero ilícito en el mundo son: la droga, la venta de armas y el material de abuso y explotación infantil. En esos tres delitos existe una estructura planificada, organizada y orquestada como se define en la Convención de Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional. En estos grupos cada persona tiene un rol definido y responde a la directriz de un máximo jefe, cuyas operaciones pasan por él”, explicó.
Si la actividad de abuso contra niños, niñas y adolescentes se transmite en streaming (transmisiones en vivo) el pago es mucho mayor, añadió el experto.
Agencias de inteligencia como Europol han identificado entre el grupo de agresores a quienes cumplen el papel de “facilitadores”, que aún cuando no consuman materiales hacen dinero mediante el uso indebido de la tecnología para perpetuar explotación infantil.
“En las investigaciones que he hecho he podido detectar tres grandes entidades que trabajan en la producción y el tráfico de pornografía. Una son las víctimas, por obviedad, personas que tienen problemas, están mal con sus familias y que a lo mejor necesitan alguien que las ayude. En algunos casos son jóvenes que han sido expulsados de sus casas y con muchos problemas. Luego tenemos lo que yo llamo ‘los creadores’. El ‘creador’ es el que te toma la foto, graba el video. Es el productor técnico, la persona que crea los lugares privados en Facebook para distribuir material, sabe cómo ir a foros que son públicos y usar el lenguaje que evitará que los filtros de las redes sociales lo encuentren. Para ello, usan teléfonos temporales que después los botan, pues no utilizan dos veces el mismo teléfono. Eso también es parte del modus operandi de las bandas y finalmente están los consumidores que son los que buscan el material”, explicó Rod Soto, experto e investigador en ciberseguridad y secretario de Hack Miami, una comunidad de especialistas tecnológicos que ofrecen distintos servicios relacionados con la ciberseguridad en el sur de Florida, en Estados Unidos.
En ocasiones “el operador” y “creador” no son exactamente la misma persona, aseveró el experto. Algunos también se hacen llamar “recolectores”, tal como se evidencia en grupos abiertos y cerrados en Facebook donde se difunden sus actividades bajo las siglas “CP” de quienes se dedican a estas actividades.
Soto precisa que “el operador” es el traficante, porque además de saber dónde están los clientes sabe cómo utilizar las plataformas encriptadas como por ejemplo Telegram, donde “es sumamente difícil detectar” este contenido incluso para la inteligencia artificial, por ello que el rol del “operador” es uno de los más importantes al convertirse en la persona que “facilita la transacción”, reiteró Soto.
A juicio de María Isabel Christensen de la ONG Mamá en línea (en Argentina), la pornografía infantil funciona como la droga: el que la consume, el que la distribuye, el que forma parte de una banda.
“Normalmente hay gente que se dedica a levantar fotografías de los perfiles abiertos. Una vez que ya tienen esos paquetes, las venden a otros países, las distribuyen y ahí es cuando tienes una cadena del crimen organizado en todas sus formas. A diferencia del pedófilo que se satisface personalmente, acá se busca sacar provecho de la explotación infantil como son las fotografías”, destacó.
De esta manera, la venta de pornografía infantil se convierta en un negocio lucrativo para los abusadores que venden sus actividades. Organismos internacionales como el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia de las Naciones Unidas (Unicef) dejan claro que también son explotadores sexuales de la infancia quienes mantienen las páginas web y cualquier plataforma digital. Esto significa que cuando alguien paga por ver pornografía infantil no solo está mirando simplemente, sino que está también participando en la explotación del menor de edad. Son personas que forman parte de la cadena de explotación y de delito sexual.
¿CÓMO OPERAN LOS GRUPOS DE PORNOGRAFÍA?
Una de las principales estrategias de los agresores y organizaciones criminales que buscan a niños y adolescentes en la internet es simular una identidad diferente a la suya. Usualmente fingen tener la misma edad, gustos y preferencias que las víctimas que han captado con anterioridad. Incluso una foto inocente detrás de una puerta, parque o cualquier locación les da suficiente material para estudiar en detalle a su víctima, quien ingenuamente continúa subiendo material ignorando las intenciones que se esconden detrás de cada depredador sexual que navega en internet.
Por preferencia, los delincuentes actúan al caer la noche y durante las horas de la madrugada donde evalúan que menores de 18 años carecen de la supervisión de sus padres o representante; aun cuando se valen de cualquier horario para operar, tal como lo han podido comprobar en los casos que han estudiado miembros de la policía cibernética en cada país.
“En el momento que la mamá o el papá se distraen el pedófilo capta la atención de ese chico, lo va atrayendo y ahí es cuando se los llevan ¿Qué hace antes? Se sienta frente a la computadora y sabe dónde encontrar a menores de edad en las redes sociales como Facebook, Instagram o en las más populares entre los jóvenes. Busca menores de edad o va a los perfiles que estén abiertos, revisa las fotografías. Puede ser de un adulto. La mayoría tiene a sus hijos en los perfiles como una mamá por ejemplo que sube fotografías y ahí va mirando y se da cuenta que tiene una hija, por ejemplo. Así busca y va seleccionando información de cuando la etiquetó, ya tiene un dato. En otra fotografía encuentra a la niña celebrando su cumpleaños, tiene otro dato que es la edad. Por ahí la tía sube otra foto de la nena saliendo del colegio y suma otro dato más y ya sabe el colegio al que va. Una vez que tiene la información y las fotografías, arma un perfil de otra nena que la relacione con esa niña y ya tiene a su posible víctima y es cuando empieza hacer la manipulación para contactarla: ¿Hola cómo te llamas? y hacerle preguntas para generar esa confianza”, explicó María Isabel Christensen, responsable del área de Investigación y Prevención de la ONG Mamá en Línea.
En pandemia el escenario fue peor, pues tal como lo alertó la División de Niños Explotados del NCMEC, los traficantes adaptaron sus actividades criminales durante la cuarentena para ofrecer diversas opciones que permitiera el intercambio y negociación de pornografía infantil y adolescentes. Esto incluyó servicios basados en suscripción donde los compradores pagan para acceder a imágenes y videos en línea del niño. Se trata de un tipo de abuso que es mucho más difícil de detectar, pues ocurre en tiempo real y casi siempre carece de evidencia digital tras el crimen.
En su informe sobre la Evaluación de la amenaza del crimen organizado en Internet en 2020 EUROPOL pudo comprobar no solo que la cantidad de material de abuso y explotación infantil detectada tuvo un aumento exacerbado derivado de la pandemia de COVID-19, sino que eso se tradujo en un crecimiento de las transmisiones en vivo del abuso sexual infantil, en respuesta a las restricciones de viajes impuestas por los Estados durante la etapa de confinamiento mundial.
“En la mayoría de los casos, el material de tráfico sexual de niños y la producción de material de abuso sexual infantil es producido por el traficante como una forma de anunciar al niño en los sitios de acompañantes. Sin embargo, durante la pandemia de coronavirus también hemos visto y oído hablar de traficantes que aumentan la producción de material de abuso sexual infantil o explotan al niño a través de streaming en vivo porque menos compradores pueden reunirse en persona”, apuntó Melissa Snow, directora ejecutiva del Programas de Trata de Niños con Fines Sexuales del NCMEC.
En consecuencia, ante los impedimentos para abusar físicamente de los niños mediante prácticas como el turismos sexual y las trata de personas, los grupos criminales dedicados a la explotación infantil encontraron en el streaming la facilidad para acceder a las víctimas y cometer sus abusos al convertirlo en una alternativa viable al abuso sexual infantil práctico, así lo recogen las agencia de inteligencia no solo como Europol sino también los diferentes informes realizados por la organización internacional ECPAT, la mayor red mundial dedicada a combatir la explotación sexual infantil en todo el mundo.
“Con la mayor disponibilidad de conexiones rápidas a internet en muchas más partes del mundo, a través de la transmisión en vivo, parece haber un aumento en los niveles de explotación y abuso sexual en línea de los niños de las comunidades más pobres y desfavorecidas, en particular, aunque no exclusivamente en los países de bajos ingresos”, expresó ECPAT International (acrónimo de End Child Prostitution, Child Pornography and Taffiking of Children for Sexual Purposes que en español significa Acabar con la Prostitución Infantil, la Pornografía Infantil y el Tráfico de Niños con fines Sexuales).
Es, por lo tanto, una forma no solo de adquirir más contenido sexual infantil en línea sino de generar simultáneamente material con un alto «valor», alertó Europol. Y en este contexto, Filipinas sigue siendo el principal país donde se registra la mayor presencia de abuso infantil en vivo a distancia. También destaca Rumania, donde en 2020 se descubrieron niveles significativos de transmisiones en vivo de abuso sexual infantil en línea.
“Las víctimas se toman videos en traje de baño, detrás de su casa, anuncian a dónde van, la locación, dónde han estado (…) Allí es cuando el victimario puede saber su ubicación, anotando locaciones y eso es lo que ellos buscan: una muchacha joven que esté bailando, que esté en poca ropa, que está diciendo a dónde va, que a lo mejor se siente abandonada, que no habla con su familia. Ahí está el peligro porque le van a llegar y la van a contactar”, advirtió Soto, quien forma parte de una comunidad de hackers, quienes trabajan de la mano con la ley y el apoyo de las autoridades para prevenir los ciberdelitos en Estados Unidos.
DE LA DEEP WEB A LAS REDES SOCIALES
Las actividades delictivas de los depredadores sexuales se realizan con mayor libertad en la llamada Deep Web —web profunda— o darknet que engloba toda la información en línea a la que no se puede acceder públicamente porque no forma parte de los buscadores regulares. Es en estos lugares donde pueden discutir las oportunidades de atraer a los niños y adolescentes para llevarlos a producir material sexualmente explícito sin ser detectados por las autoridades. También donde se pueden realizar transmisiones en vivo o compartir y comercializar imágenes o videos de pornografía infantil.
“Los ‘paquetes’ se venden esencialmente en la web profunda, que no es la red convencional a la que tenemos acceso como Google, por ejemplo. Existe lo que podríamos llamar como el inframundo del internet, donde se esconden los depredadores para llevar este tipo de intercambios y enviar paquetes grandes de fotos con contenido sexual. Es como si fueran a distribuir droga: la ponen en un lugar donde no haya radares o que no te puedan detectar, es lo mismo”, aseveró María Isabel Christensen de la organización Mamá en Línea dedicada al combate del delito de grooming y otros delitos en internet en Argentina.
Es un espacio donde se encuentra un mercado abierto para la compra de “armas y comunidades de pederastas”, apuntó Juan Pablo Carsi Reyna, especialista con certificaciones de la industria de seguridad de la información y cofundador de Capa8, empresa consultara en el área de ciberseguridad, quien ha creado la iniciativa Escuelas Ciber Seguras para generar conciencia en las comunidades educativas sobre las amenazas y riesgos que existen en el ciberespacio.
El especialista compara la actividad criminal de la web profunda “como si se tratara de comprar en Amazon”. Es una especie de marketing, pero “con porno de la misma manera que lo haces en la web normal. Son muchísimos foros donde puedes encontrar lo que te buscas de la misma manera que lo haces en Amazon. La gran ventaja que tienen estos atacantes es que esas comunicaciones están cifradas, no podemos saber dónde están, cuál es el origen y destino”.
Sin embargo, expertos como el investigador en ciberseguridad, en Estados Unidos, Rod Soto, han descubierto que este tipo de internet solo se utiliza para planificar la logística del trabajo. Es realmente en la internet abierta, justo al alcance de los niños y adolescentes, donde los agresores se movilizan para buscar a sus víctimas y encontrar nuevos “clientes” de sus servicios. Es además el lugar donde se gestionan las transacciones.
Lo hacen sin reparo en todas las redes sociales, no solo en páginas de Facebook. También operan en Snapchat, Tik Tok, Twitter, Messenger, entre muchas otras y la razón principal en que sus “clientes” no tienen la habilidad técnica que requiere usar la internet oscura, apuntó Soto.
“Es un sistema que funciona con actores del crimen organizado, relacionados inclusive con mafias internacionales del narcotráfico y el terrorismo. No obstante, hay también muchos criminales oportunistas que se aprovechan de tener acceso a las víctimas. Los criminales se dieron cuenta que sus consumidores no pueden operar a ese nivel, pues la internet oscura no es buena para el video, es lenta y difícil de usar. Eso los obligó a ser más creativos, entonces tú ves sitios de masajistas por ejemplo (…) es lo que usan y así es como han ido migrando hacia el uso de plataformas y de la internet donde todos navegamos para reencontrarse y pagar inclusive el mover la operación”, argumentó el experto.
Soto recalca que el reclutamiento o la búsqueda de víctimas potenciales se ha facilitado con la pandemia del coronavirus. Tanto niños como adolescentes tienen clases on line que los llevan a estar conectados a un tipo de mensajería, donde hay algún tipo de interacción social (Chats, Tik Tok, Facebook, Instagram, etc.) con intensidad.
“Ahí es donde los criminales van a buscar para tratar de reclutar, de seducir. El criterio común es que normalmente son muchachos que buscan atención. Algunos no están bien en su casa, no tienen comunicación con sus padres y están buscando atención, cariño porque están solos”, precisó.
EL PELIGRO DE LOS VIDEOJUEGOS EN LÍNEA
Los depredadores de niños también se mueven en las plataformas de videojuegos online más populares o en sitios de animé japonés. En estos espacios se pueden recrear comunidades para generar la interacción, usando técnicas como el grooming.
“Yo, adulto de cierta edad, me hago pasar por otro niño, pero además ya lo estuve escuchando en los videojuegos, ya se que día se conecta, a qué horas; he escuchado de qué habla, pues lo hace por internet. Y muchas veces las víctimas pueden compartir información, por ejemplo: ‘estoy solo’, ‘mi mamá se fue a trabajar es enfermera ‘, ‘mi papá tampoco está’. Finalmente, esas conversaciones hacen un perfil del niño con el que el agresor genera ese lazo de confianza. Obviamente, tienen que pasar varios días hasta que se logra la confianza con expresiones como: ‘se que no puede pasar al siguiente nivel’, ‘yo te ayudo’, ‘yo te puedo pasar los tips’ y el niño cree que es amigo, que es una buena persona y que tiene seis años como él”, explicó Ana Cecilia Pérez Rosales, licenciada en Informática y autora del libro de la guía práctica “Information Security Management” de la versión 4 de ITIL.
Maria Isabel Christensen, responsable del área de Investigación y Prevención de la ONG Mamá en Línea, advierte que los riesgos para los niños y adolescentes se elevan cuando los padres dejan de supervisar las actividades de sus hijos tanto en redes sociales como cuando juegan en línea con chats, donde se conectan con extraños.
“El pedófilo googlea y sabe cuáles son los juegos más populares, empieza a buscar en esos juegos y volvemos a lo mismo: lo estudia y una vez que se adentra como usuario selecciona al menor. Automáticamente va a lanzar un cebo con algo que les guste mucho a los niños para buscar al que puede vulnerar (…). En los juegos de cien mil usuarios cuando ya tienen a la víctima, invitan al menor a lugares privados como es el caso de WhatsApp, donde ya está solo el adulto con el menor”, comentó.
Entre los juegos en línea destacan los que se basan en dibujos de anime y “manga” japonés. Algunos incluyen reglas donde los jóvenes deben cumplir roles a los que el adulto puede tener acceso para manipularlos. Los jugadores deben hacer todo lo que se le ordene como si se tratase de una especie sensei y donde el fin es ir sexualizando al menor de edad, una vez que el delincuente ya logró que la víctima aceptara su invitación de amistad y comenzaron a charlar, explicó.
Normalmente se presenta como un menor de su misma edad. Esto fue lo que exactamente le ocurrió a la hija de Roxana en Buenos Aires, en el año 2009, cuando una persona la contactó desde la ciudad de Veracruz, en México, en un juego donde tenía que “firmar un contrato de alma”.
Las reglas del juego pudieron descubrirse finalmente cuando la hija de Roxana no pudo continuar con los retos. Lo último que le ordenaron fue matar a sus papás para “liberar su poder” y ser ella, pero no el juego sino en la vida real.
La niña fue engañada, acosada además de sufrir extorsión a través de este pasatiempo. Su historia junto a la de otra niña llamada Mica, quien fue asesinada víctima de grooming, inspiraron la creación de la organización Mamá en Línea de la que hoy Christensen forma parte y que incluso impulsó la ley Mica que penaliza el delito de grooming, entre otros, en Argentina.
“Estas mamás se enteraron de que sus hijas estaban siendo contactadas por un adulto bajo una identidad falsa; es decir que el adulto se escondía detrás de la computadora para tomar la identidad de un menor”, contó Christensen.
¿CÓMO EL «CHILD PORN» NAVEGA EN LAS REDES?
En una evaluación de las principales redes sociales realizadas se pudo detectar durante la realización de este reportaje la creación de múltiples grupos durante el mes de octubre y noviembre de 2020 vinculados con las siglas “CP”. Una buena parte de ellos opera de manera privada.
“En Twitter basta con realizar la búsqueda ‘Caldo de Pollo’ para que aparezca gran cantidad de mensajes con los que se pueden guiar a los pedófilos para llevarlos a canales con contenidos inapropiados”, comentó Adrián Moreno, periodista especializado en ciberseguridad en España.
De igual manera, se pudo observar que el material con contenido sexual es compartido y difundido en links, mediante diversas formas de tecnología de Internet incluidos sitios webs, correos electrónicos y mensajería instantánea en plataformas como Telegram, WhatsApp y otras aplicaciones que permiten encriptar el material, además de chatear en tiempo real, intercambiar archivos, hacer videollamadas.
“Tanto WhatsApp como Telegram se utilizan como redes sociales donde los pedófilos interactúan buscando víctimas. Nunca falta el enlace donde invitan a los chicos a formar parte de grupos, ya sea para jugar, interactuar y sacar información”, expresó la integrante de la organización Mamá en Línea.
Entre ellas destacan igualmente otras aplicaciones como Tam Tam, Mega o ICQ, entre otras. En el caso de esta última se trata, por ejemplo, de un programa que organiza a sus usuarios en salas. El programa también es muy usado en juegos online.
“Mientras que YouTube existen canales llamados ‘Club Penguin’ o ‘Caldo de Pollo’ en los que, junto a contenidos infantiles, se detallan los requisitos para ingresar en estas comunidades y descargar material pornográfico de menores. Por ello que en 2019 YouTube fue acusada de generar recomendaciones de contenidos a niños en los que se mostraban comentarios que los llevaba a grupos de pedofilia”, destacó Moreno, investigador en el área de ciberseguridad.
USO DE ESTEGANOGRAFÍA PARA OCULTAR MATERIAL DE ABUSO
Los grupos criminales y depredadores sexuales pueden valerse también de otros métodos más sofisticados para ocultar y facilitar sus acciones delictivas. Una de ellas es el uso de Estenografía que es el estudio de técnicas y herramientas que permite ocultar mensajes dentro de otros como por ejemplo dentro de una imagen donde a simple vista no se pueda ver lo que realmente se está transmitiendo.
“Es una manera de intercambiar mensajes en como cualquier foto donde aparentemente no hay nada, cuando en realidad hay otra información oculta que solo se puede detectar bajo técnicas especializadas”, indicó Juan David Valderrama, ingeniero de Sistema con experiencia en seguridad informática y director de ciberseguridad y riesgos de Gama Ingeniero, una consultora servicios y tecnologías de la información en Colombia.
El periodista especializado en ciberseguridad, Adrián Moreno, añade que la Estenografía puede utilizarse como canal de comunicación encubierto para el intercambio de información encubierta de pornografía infantil. Cita como ejemplo lo ocurrido en 2002 cuando se localizó que una red de pornografía infantil intercambiaba información, usando la técnica por la que los mensajes pueden pasar desparecidos.
Esta técnica se puede usar en cualquier imagen JPG o un Gift para camuflar información que pueda incluir un enlace o una base de datos con fotos de menores, indicó Moreno, especializado en ciberseguridad, ciberdefensa, social media, protección de datos y hackinético.
“No hace falta ni que aparezcan desnudos, pueden tomar cualquier foto con información oculta, la cogen y se la llevan a la Deep Web para ellos venderlas”.
A pesar de que proveedores de redes sociales (como YouTube, Facebook y Twitter) han desplegado recursos como el uso de la inteligencia artificial, parte de su personal y herramientas automatizadas para la detección de contenido ilegal o cualquier actividad irregular como pornografía infantil, en sus plataformas abundan los mensajes donde se propone el “intercambio cp de niñas”, “packs” o se publican posts en los que se invitan a “intercambiar material por WhatsApp”, “por contenido” o cualquier otra plataforma.
Moreno argumenta que estos programas informáticos tienen limitaciones y son poco preciso para gestionar la logística de la denuncia. Esto se traduce en menos moderadores de operadores de servicios para examinar material, retirarlo y denunciarlo, lo que resulta más lenta de lo habitual y menos eficaz las restricciones relacionadas al material de abuso y explotación sexual de menores, en especial por que muchas veces se convierte en un trámite burocrático
“Aunque las redes siguen implementando tecnología artificial no siempre logran detectar cuando hay una imagen desnuda. Hay tecnología que identifica qué parte del cuerpo está desnudo mediante un software que es avanzado, pero para muchas pueden pasar desapercibidas”, señaló la ingeniera Pérez Rosales.
Los expertos consultados en esta investigación recalcan que todas las redes sociales que cuentan con chat son sinónimo de contacto y, por ende, de peligro para niños, niñas y adolescentes.
“Todo lo que le permita a ese niño o niña interactuar significa un riesgo (…) un pedófilo con un Chat tiene más oportunidades de dar con un menor, porque son abiertos, no tienen límites de contactos, nadie vigila y el niño no diferencia lo que es un contacto de un amigo o un delincuente”, dijo la integrante de la organización Mamá en Línea.
¿QUÉ DICEN COMPAÑÍAS TECNOLÓGICAS DEL ABUSO EN SUS PLATAFORMAS?
Cada plataforma digital reglamenta sus propias normas de funcionamiento, entre las que se advierte la prohibición y restricción de difusión de material de pornografía infantil. No obstante, esto ha sido insuficiente para impedir que sean usadas como principales medios para su comercialización.
Esta investigación consultó a los departamentos de prensa y medios de comunicación de las compañías tecnológicas de Facebook, Tik Tok y WhatsApp, cuyo dueño también es Facebook, para conocer su posición sobre las cifras de incremento de pornografía infantil en 2020 sin que se obtuviera respuesta.
No obstante, durante un encuentro con medios de comunicación y periodistas organizado por Facebook e Instagram Latinoamérica en el marco de las elecciones en Estados Unidos, al ser consultados sobre el número de material de abuso sexual infantil detectado en pandemia por autoridades en diferentes países, una representante de la compañía en América Latina dijo la empresa se encuentra “al tanto de estas de publicaciones” y que se mantienen en contacto con las policías de cada país que les “reportan cuando ven algo” en contra de las normas de la plataforma.
Asimismo, informó que actualmente Facebook ha puesto una marcha herramientas rigurosas para detectar antes de que se llegue a publicar, cualquier contenido específico sobre abuso sexual infantil.
“Esto lo logramos porque hay una colaboración a nivel global con la industria y con las autoridades también a nivel global, donde compartimos esa base de datos y huellas digitales, de manera que se la mandamos de unos a otros para poder prevenir que este fenómeno se viralice ¿Qué pasa una vez que detectamos digamos algún abuso o un texto con una incitación que es reportado, ya sea por las autoridades o por los usuarios? Automáticamente le damos prioridad y lo reportamos a las autoridades porque se trata de abuso sexual infantil. Lo hacemos a través del Centro Nacional para niños desaparecidos y explotados al cual por mandato legal por el congreso estadounidense tienen todas las empresas norteamericanas; nosotros mandamos el reporte para que lo envíe a las autoridades de cada país”.
Sin embargo, la situación está lejos de aplicarse en todos los países. La ECPAT ha declarado su preocupación por la más reciente decisión de Facebook, quien anunció que dejará de buscar material de abuso sexual infantil ante la nueva ley de privacidad electrónica de la Unión Europea que haría ilegal que las empresas de tecnología utilicen herramientas especializadas para detectar, eliminar y denunciar material de abuso sexual infantil en sus plataformas.
“Observamos con consternación y preocupación que Facebook, el mayor contribuyente de material de abuso sexual infantil denunciado al Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados y un actor crucial en los esfuerzos para proteger a los niños de la explotación y el abuso sexuales, ha tomado la decisión de dejar de consumir herramientas especializadas para detectar, remotamente y notificar dicho contenido en sus plataformas para usuarios de la UE. ECPAT insta encarecidamente a todas las empresas de tecnología a garantizar que los niños reciban el mayor nivel de protección en sus plataformas”, expresó la organización.
Para los expertos en cibercrimen el hecho de que Facebook cuente con la mayor base de datos en el mundo eleva los riesgos al convertirla en uno de los espacios más peligrosos en internet para este tipo de actividad.
En particular, “porque te pide fecha de nacimiento, te ubican y te hacen check; te dice quiénes son tus amigos, quién es tu familia y eso parece no ser malo, pero en realidad es mucha información que se puede usar en tu contra”, dijo el experto Rob Soto.
No obstante, autoridades y expertos dejan claro que la información personal que corre por todas las plataformas digitales constituye igualmente un peligro para los usuarios en el resto de las redes sociales donde se conjugan los datos personales con los servicios de chat.
“A Silicon Valley no le interesa este problema. Ellos no quieren lidiar con esto; no lo apoyan por ningún motivo, lo odian al igual que todos nosotros, pero en su política no está invertir millones que es lo que va a costar crear un algoritmo que permita prevenir estos delitos. Ellos lidian con eso porque están obligados, pero no hay prioridad ni hay voluntad de hacerlo; mientras el FBI, que es una excelente agencia de inteligencia, tiene las manos atadas con tanto trabajo e insuficientes recursos como para poder estar encima de cada uno de estos casos. Entonces, son delitos que se vuelven sumamente difícil combatirlos”, señaló Soto.
No obstante, el experto opina que, si las compañías tecnológicas hoy “son capaces de detectar informaciones falsas sobre el COVID o las elecciones de los Estados Unidos y bloquearlas, incluyendo las cuentas durante el ejercicio de la presidencia de Donald Trump, ¿cómo es que no pueden encontrar a un traficante o alguien que esté poniendo fotos o videos de prostitución de niños?”.
“¿De verdad no lo pueden hacer… no pueden cerrar esas cuentas?”, agregó.
Actualmente, se calcula que existen 4 mil 570 millones de usuarias y usuarios activos en internet y 3 mil 760 usuarias y usuarios activos de redes sociales con una tasa global de presencia online de 59 por ciento, de acuerdo con el informe “»El estado mundial de las niñas» de la organización Plan Internacional sobre el acoso online hasta abril de 2020.
PUERTA PARA EL TRÁFICO DE PERSONAS
La vinculación del abuso y la explotación de niños y adolescentes con el crimen organizado incluye el oscuro capítulo del secuestro, la trata de personas y el tráfico de menores de 18 años que pueden ser contactados a partir de un comentario, videos, música o chats por los que navegan los depredadores sexuales con el propósito, posteriormente, de intentar llevarse a las víctimas.
El NCMEC señala que de los más de 26,300 informes recibidos sobre niños que huyeron del hogar en 2019, uno de cada seis probablemente fue una víctima de trata sexual infantil. Ese mismo año la organización obtuvo informes de probable tráfico sexual infantil de los 50 estados de EE. UU., así como de Washington, DC y Puerto Rico ocurridos en comunidades suburbanas, rurales, urbanas y tierras tribales.
Dentro de los grupos criminales formalmente organizados en la trata de personas existen incluso padres que prestan a sus hijos para estas actividades delictivas. Al igual que se usan las siglas CP para la búsqueda, promoción e intercambio con fines de comercializar material de abuso y explotación infantil, en el negocio de la trata de personas se han identificado términos como “Trick”, “The Life” o “The Game” (en inglés).
Estudios realizados por organismos como la ONU y la UNICEF han detectado grupos que explotan a menores de edad con miras a la obtención de un beneficio económico o que contratan los servicios sexuales de un niño o una niña por medio de una operación comercial.
Entre estas figuran se encuentran los proxenetas y los propietarios de burdeles, así como intermediarios tales como trabajadores. También se incluye en esta categoría a aquellas personas –a menudo mujeres– que se dedican a captar a jóvenes desesperados a los que engañan con la promesa de un trabajo o de una vida mejor, y que acaban siendo objeto de la trata de personas, prostituidos o vendidos como esclavos sexuales.
La directora ejecutiva de Programas de Trata de Niños con Fines Sexuales del NCMEC, Melissa Snow, destaca que la trata de niños con fines sexuales puede adoptar diversas formas. Entre ellas resalta el rol que cumplen estos cuatro tipos principales de tráfico relacionados con el control por parte de proxenetas, pandillas, familiares y por individuos que son compradores.
“Cada uno de estos tipos incluye un enfoque ligeramente diferente, mecanismos de control y dinámicas, pero todos comparten el mismo abuso contra un niño menor de 18 años, quien está siendo explotado sexual y comercialmente abusado por un adulto”, dijo.
Entre los explotadores, cuyos delitos carecen fronteras, se encuentran los clientes que pagan por acercarse a un niño o una niña de muy corta edad con fines sexuales (en ocasiones mediante el pago a un tercero, pero a veces también pagando al propio niño o niña por la prestación de determinados servicios sexuales); víctimas difícilmente identificadas, quienes son explotadas en entornos ilegales, informales o no regulados.
DEPREDADORES DE ADAPTAN A LA PANDEMIA
Tras usar los perfiles para aprender de los niños, los delincuentes están ajustando sus modelos de negocios a la “nueva normalidad” creada a partir de la propagación del coronavirus. Con el uso indebido de nuevas tecnologías, los traficantes se aprovechan de los jóvenes que exponen sus datos en las redes sociales. Un lugar que usan para hablar de sus amigos, familiares, pero también cuando cuentan sus frustraciones, esperanzas y sueños; lo que les facilita a los traficantes identificar las vulnerabilidades del niño y luego utilizarlas para atacar con fines de explotación, puntualizó Snow.
En 2020 el NCMEC y los servicios de inteligencia reportaron una baja en estos tipos de delito mientras de manera simultánea se disparon las solicitudes de material de abuso infantil en línea y crecieron las transmisiones en vivo de abuso infantil. Sin embargo, la funcionaria advierte que la pandemia del coronavirus agravó las desigualdades económicas y sociales sistémicas que se encuentran entre las causas subyacentes del delito de tráfico de personas.
“Por los momentos hemos visto una baja en el tráfico de menores por la pandemia, el abuso es más por imágenes que ponen en sus páginas donde cobran por el material. Hay también grupos u organizaciones que ellos mismo crean y que los conocemos como cyberlockers (ciber casilleros), en los que técnicamente abren una cuenta en cualquier plataforma. Si usted quiere ser parte de esa cuenta o grupo usted tiene que añadir sus propias imágenes e indicar si tienen acceso a un menor de edad (…) hay grupos que pagan y venden el CP en imágenes o videos, así vemos cómo el tráfico del material está creciendo, aunque haya bajado el tráfico físico de las víctimas”, aseguró la vocera en español de la organización en declaración para este reportaje.
Los niños, niñas y adolescentes siguen corriendo un alto riesgo de explotación, especialmente con el cierre de escuelas que no solo dificultan el acceso a la educación, sino también que les restó una fuente de refugio para muchas las víctimas que antes tenían mayores posibilidades de acudir y avisar sobre una situación de abuso en búsqueda de ayuda, pero que ahora se afectó por la cuarentena mundial.
“El confinamiento de millones de personas en sus casas como consecuencia de la pandemia de la Covid-19 provocó un aumento considerable del uso de Internet y también de la actividad relacionada con el abuso y la explotación sexual de menores, a través de medios digitales. Los agresores también se adaptaron a la nueva realidad creada haciendo crecer su actividad en la darknet y en la clearnet”, destacó Adrián Moreno, periodista e investigador en cibercrimen en España.
La situación ha sido advertida también por la Interpol, quien alertó que debido a las restricciones de viaje que impusieron los Estados durante la aplicación de medidas de aislamiento obligatorio, producto de la expansión del coronavirus, los delincuentes sexuales transnacionales de menores podrían pasar a actuar más en línea, en un contexto donde las víctimas están confinados junto a su abusador.
En este escenario, México registra mil 889 reportes de operaciones inusuales relacionadas con delitos en las modalidades de trata de personas, adopción ilegal esclavitud, corrupción de menores y tráfico de órganos de los cuales 363 están relacionadas con menores de edad. De ese número (1889), alrededor de 103 ocurrieron en 2020.
Asimismo, en los reportes de explotación sexual de menores durante la pandemia, del 16 de marzo al 24 de agosto de 2020 en el país, se identificaron 14 operaciones vinculadas con redes o sujetos dedicados a actividades ilícitas. De los informes, ocho fueron por pornografía infantil, informó Santiago Nieto Castillo, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público sobre el combate de la explotación sexual infantil de niños, niñas y adolescentes en el prólogo del libro Alas Rotas de Josefina Vázquez Mota.
LA INDUSTRIA: VENTAS DE MUÑECAS
La industria criminal dedicada a comercializar el abuso sexual infantil de niños y adolescentes ha encontrado otra modalidad para naturalizar el abuso, esta vez con el diseño de muñecos o partes de cuerpos con aspectos infantiles y de distintas edades que imitan la parte inferior y que son ofrecidos abiertamente en venta legal en plataformas digitales como Ali Express o Amazon para consumidores pedófilos y pederastas.
Los muñecos de silicón cuentan con la misma fisionomía de los menores de edad y son fabricados por una compañía que se identifica como WAWA. Estos pueden encontrarse en diversos en colores, tamaños y edades para cumplir siempre con el mismo fin escabroso: dar la posibilidad a los depredadores sexuales de perpetuar el abuso infantil de una manera normalizada. Así lo alertó la Asociación Internacional de Víctimas de Incesto y otras organizaciones internacionales, quien condenan la venta de muñecas sexuales.
Aunque en algunos países como Francia anunciaron el retiro del producto, organismo de inteligencia como INTERPOL manifiestan preocupación por el crecimiento en la producción de estas muñecas que actualmente son legales en países como Estados Unidos, donde se pueden importar, permitir su posesión e incluso su venta en la mayoría de los estados, a excepción de Florida, Kentucky y Tennessee.
“Creemos que quienes poseen estas muñecas demuestran un peligroso interés sexual en los niños. Sabemos que los sospechosos ya han sido identificados en posesión de material ilegal de abuso sexual infantil junto con estas muñecas, en la misma casa”, declaró Child Rescue Coalition en una campaña dirigida al senado y presidente de los Estados Unidos en la plataforma change.org para hacer ilegal la venta de estas muñecas.
Al cierre de esta investigación la iniciativa había alcanzado las 190,122 firmas de las 200.000 que busca exigir una nueva legislación para prohibir su venta.
“(…) Existe el riesgo de que estas muñecas alimenten los impulsos de los pedófilos de objetivar a un niño como un ser sexual o de que los pedófilos las utilicen para preparar a un niño real para que crea esto la actividad es normal”, agregó la organización.
COMERCIO PODRÍA AUMENTAR RESTRICCIONES DE VIAJES
La venta de muñecas sexuales podría incrementarse en los consumidores pederastas del turismo sexual infantil, quienes se han visto obligados a reducir sus prácticas delictivas por las restricciones de viaje que se han implementado, debido a la pandemia global del COVID-19.
Los muñecos les permiten sustituir, por los momentos, su acceso directo a nuevas víctimas, aunque eso no impide que puedan seguir creando nuevas maneras de cometer sus delitos, tal como lo han demostrado con pagos a streaming para ver abusos sexuales, según comprobaron agencias de inteligencias y organizaciones civiles internacionales antes y después de la etapa de cuarentena mundial.
Las cifras señalan que los depredadores sexuales, además de aumentar su consumo en pornografía infantil y en prácticas como el grooming, contribuyeron al aumento en la adquisición de muñecos inflables con aspecto de bebes, niños, niñas y adolescentes para satisfacer sus necesidades sexuales.
Y en ello la plataforma AliExpress se ha convertido en una de las principales páginas donde pedófilos y pederasta pueden acceder para encontrar estos productos que se ofrecen sin reparo con venta al público.
Ante las evidencias sobre pagos a material relacionado con el abuso y la explotación sexual de menores y emisiones en tiempo real de víctimas explotados sexualmente, las agencias de inteligencia en el mundo reiteran que estas acciones delictivas pueden conllevar a una mayor demanda de estos artículos, mientras se mantienen las restricciones de viaje.
La creación de estas muñecas es, además, el ejemplo más claro de cómo la imagen de cualquier niño o niña publicada en redes sociales puede inspirar a la industria de la pedofilia. Prueba de ello fue la muñeca que se basó en el rostro y fisonomía de una niña de ochos de edad que tras ser detectada por su madre ha movilizado a organizaciones internacionales exigir su prohibición.
Esta investigación fue realizada por un equipo de periodistas, integrantes del Diplomado de Periodismo de Datos y Técnicas de Investigación –enfocadas al crimen organizado–, que fue impartido por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García en la Ciudad de México.